La incidencia de la diabetes tipo 1 en pacientes pediátricos ha aumentado en los últimos años, en particular en los niños menores de 5 años. Según un estudio preliminar realizado por el grupo de diabetes de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP), aproximadamente el 39 por ciento de estos niños, es decir, 4 de cada 10, son diagnosticados en situación de cetoacidosis, una complicación grave de la diabetes, que aparece como consecuencia de la falta de insulina en el organismo.
Los principales síntomas de la diabetes infantil
La cetoacidosis puede llegar incluso a poner en peligro la vida del niño con diabetes y se debe a un retraso en el diagnóstico. La tardanza en los diagnósticos provoca que del 39 por ciento de los niños diagnosticados de diabetes, el 51,7 por ciento menores de 5 años, ingrese en el hospital con cetoacidosis, según reconoce la Fundación para la Diabetes. Para evitarlo, es fundamental, que padres, profesores y profesionales sanitarios reconozcan los síntomas de la diabetes infantil.
Síntomas de la diabetes tipo 1 y 2 en los niños
Diabetes tipo 1
– Aumento rápido de los niveles de azúcar en la sangre
– Sed intensa
– Necesidad de ir frecuentemente a orinar
– Pérdida de peso sin causa aparente
– Dolor abdominal, vómitos
– Cansancio, debilidad
– Visión borrosa
– Irritabilidad
Diabetes tipo 2
Normalmente, no presenta síntomas, pero ocasionalmente puede aparecer:
– Sed intensa
– Necesidad de orinar con frecuencia
– Pérdida de peso
– Visión borrosa
Diagnóstico de la diabetes infantil
Los primeros síntomas pueden dar una pista a padres y a profesores, pero es preciso confirmarlos a través de la determinación de glucosa en la sangre. En los centros de salud y en las farmacias es posible medirlo en pocos segundos tras realizar una punción en el pulpejo del dedo para obtener una gota de sangre. Si el nivel de glucosa es elevado, se debe acudir urgentemente al médico.
La mayoría de los casos de diabetes tipo 2 se descubren durante una consulta de rutina de diagnostico de la diabetes infantil. Cuanto antes se diagnostique la diabetes, más eficaz será el control de la enfermedad. Por eso, si notas alguna alteración en el comportamiento de tu hijo, acude al médico. Si la diabetes no es detectada y tratada a tiempo, puede causar una variación brusca en la tasa de glucosa en la sangre.
La diabetes se diagnostica mediante un análisis, que mide los niveles de glucosa en la sangre. El análisis se realiza en ayunas desde la noche anterior. Para la diabetes tipo 2 se realiza una prueba de tolerancia oral a la glucosa, que consiste en medir la glucosa en la sangre y en la orina antes y después de beber una solución azucarada o con glucosa.
El tratamiento de la diabetes en bebés y niños
El tratamiento es distinto según el tipo de diabetes. Para la diabetes tipo 1, el tratamiento es a base de inyecciones de insulina diarias con dosis personalizadas para cada paciente. Al mismo tiempo, se debe hacer el control del nivel de glucosa en la sangre.
Para la diabetes tipo 2, por regla general, no es necesaria la administración de medicamentos. Se puede controlar la enfermedad vigilando el índice de glucosa en la sangre, tomando una dieta adecuada y practicando ejercicio físico de forma regular.