Dietas extremas, procedimientos milagrosos, prometedoras terapias endoscópicas, innovadores dispositivos que se insertan o acoplan al intestino o al estómago, nuevas técnicas quirúrgicas son algunas de las soluciones que el área de la estética y/o salud están proponiendo para combatir el sobrepeso y la obesidad, que en Chile llegó a la alarmante cifra del 74,2 por ciento.
Según el Dr. Enrique Lanzarini, cirujano digestivo del HCUCH, para el tratamiento de la obesidad severa y mórbida, la mejor alternativa es la cirugía bariátrica.
Para quienes tienen un índice de masa corporal menor a 30, lo más recomendable es el manejo con un equipo médico multidisciplinario con pautas de alimentación, ejercicios y eventualmente fármacos.
La oferta de alternativas para hacer frente a la obesidad es amplia, y antes de tomar alguna decisión es preciso primero considerar: ¿Qué es lo más efectivo en el largo plazo? ¿Qué alternativa está respaldada científicamente? ¿Cuál es el tratamiento más inocuo o que presenta menos complicaciones? ¿Vale la pena el riesgo de someterse a un procedimiento para las personas que padecen sobrepeso? ¿Cuál es la opción más conveniente desde el punto de vista costo- efectividad?
El Dr. Enrique Lanzarini, cirujano digestivo del Hospital Clínico Universidad de Chile explica que “en la actualidad cuando hablamos de tratamiento de la obesidad severa y mórbida, el mejor por su efectividad es la cirugía bariátrica. Dentro de estas, las que más se realizan en Chile y en el mundo son el bypass gástrico, que sigue siendo el gold estándar, y la manga gástrica».
Los estudios de estas alternativas quirúrgicas que tienen más de 5, 10 e incluso 20 años de seguimiento han demostrado que la pérdida de exceso de peso en el corto, mediano y largo plazo es mayor al 50 por ciento. Sin embargo el especialista aclara, “hay algunos pacientes que tienen reganancia de peso en mediano y largo plazo, lo que es más habitual con la gastrectomía en manga. Esto se debe a que pierden la adherencia a las indicaciones de los especialistas, vuelven a consumir más calorías, no cumplen con las pautas de alimentación y a veces los trastornos psicológicos también juegan un rol importante, por ejemplo, los pacientes que tienen cuadros de ansiedad y comen en forma compulsiva”.
Las complicaciones de las cirugías bariátricas cuando se realizan en centros especializados y por un equipo experto, son muy bajas, comparables a otras cirugías como la colesistectomía laparoscópica o la artroscopía de rodilla.
La cirugía bariátrica está indicada para obesidad mórbida, es decir, para personas que tengan un índice de masa corporal superior a 40 Kg/m2, también para quienes padecen obesidad severa, es decir, un índice de masa corporal entre 35 y 40 Kg/m2, acompañada de alguna enfermedad como, diabetes tipo 2, hipertensión arterial, apnea obstructiva del sueño; artrosis de articulaciones, dislipidemia o reflujo gastroesofágico patológico. Existe también indicaciones especiales para quienes tienen un índice corporal entre 30 y 35, que son aquellas personas que padecen diabetes tipo 2 mal controlada pese a un buen manejo médico, enfermedades osteoarticulares severas que requieran cirugía como tratamiento, y quienes necesitan una baja de peso en forma significativa previo a un trasplante renal o hepático.
Otras alternativas para combatir la obesidad
Existen en la actualidad múltiples dispositivos o procedimientos endoscópicos, tanto a nivel gástrico como intestinal, que han mostrado resultados que no son comparables a la cirugía desde el punto de vista de la baja de peso y de la resolución de enfermedades asociadas a la obesidad. “Sin embargo, este tipo de procedimientos pueden tener algún rol en bajas de peso en pacientes con obesidad leve o severa. El más utilizado es el balón intragástrico, que no requiere cirugía y se instala con endoscopio. Este tratamiento, al igual que otros que se han desarrollado, es transitorio y la baja de peso no es del todo efectiva, ya que una vez que se retira el dispositivo, la tendencia es a recuperar peso. De ahí la importancia de que los pacientes que se sometan a este procedimiento estén siempre acompañados con manejo nutricional, psicológico, cambios de estilos de vida, ejercicio y con farmacoterapia. De los dispositivos disponibles en la actualidad el más estudiado es el balón intragástrico”, afirmó el Dr. Lanzarini.
¿Y la gastroplastía endoscópica?
Se trata de realizar suturas al interior del estómago en su parte central con el objetivo de reducir el volumen gástrico y con ello se pretende combatir el sobrepeso y la obesidad. Este procedimiento no ha sido aprobado por la Food and Drug Administration (FDA), la cual se encarga de evaluar que los dispositivos, drogas, terapias, procedimientos, técnicas quirúrgicas recientes, etc., cumplan con estándares mínimos para poder ser inicialmente investigados en humanos y posteriormente aplicados como una opción más en las terapias de cualquier enfermedad. Sólo ha sido aprobado el dispositivo endoscópico que se utiliza para hacer suturas, pero no ha sido el realizar la gastroplastía endoscópica, ya que no existen estudios que la avalen y por eso hay que ser cuidadosos. Este procedimiento debería ser desarrollado en humanos únicamente bajo protocolos de investigación.
Entre las complicaciones asociadas a esta nueva técnica están: dolor abdominal, náuseas y vómitos, las que pueden afectar hasta un 80 por ciento de los casos. Aunque son pocos los pacientes que se han realizado este procedimiento, existen otras más severas como hemorragias, perforaciones gástricas y reoperaciones. En el mercado, hay otros dos dispositivos endoscópicos que intentan achicar el estómago por esa vía, el Pose y el Toga, los cuales tampoco fueron aprobados por la FDA debido a que presentaron casi un 5 por ciento de complicaciones severas. Desde el punto de vista de la efectividad, no logran una pérdida de exceso de peso mayor al 50 por ciento al año, por lo tanto, no son comparables con la cirugía.
¿Cuál es la alternativa recomendable para las personas que tienen entre 10 y 20 kilos de sobrepeso?
Con un índice de masa corporal menor a 30, no está indicada la cirugía. Lo más recomendable es el manejo médico por un equipo multidisciplinario con pautas de alimentación, cambio de conducta alimentaria, ejercicio y se pueden utilizar también fármacos.
Los cirujanos digestivos del Hospital Clínico Universidad de Chile coinciden en que lo más efectivo en el tratamiento contra la obesidad severa y/o mórbida es el tratamiento interdisciplinario del paciente, es decir, que no sólo se someta a una cirugía bariátrica, sino también que sea apoyado con terapia que incluya la atención de especialistas en nutriología, psicología, kinesiología, entre otros.
Fuente: Noticias Universidad de Chile